sábado, febrero 23

Corrales




Me levanté hoy deseando la sabiduría de la Madre Teresa, la belleza de Catherine Zeta Jones, el dinero de Madonna, el valor de Jesusa Rodríguez, el talento de Isabel Allende, la constancia de Elena Poniatowska y la gracia de un delfín. Pero no. Me vi en el espejo con tremedas lagañas, los pelos más desordenados que otras veces, con unas canas más tras las orejas y el sabor pastoso en el boca de la comida de ayer.
Un manto pesado de certidumbre cayó desde la ventana del baño, desprendido de la mano poderosa de la realidad, con el intento de convencerme de que soy la misma burra de siempre. Tras los pliegues alcancé de nuevo el espejo y me dije: "un día más".


Besos, desde el corral.