viernes, junio 9

Demasiado Amor

Sara Sefchovich





En la novela Demasiado amor Beatriz en una muchacha que empieza una vida de frenesí sexual a los 26 años admirando a los señores que acuden al Vips, dividiéndose en dos porque ha conocido el amor, y durante los fines de semana viaja por el paraíso o por los infiernos de México -palpa, saborea, huele, araña, escucha, murmura y gime- y el resto de la semana tiene que trabajar con ahínco para cumplir con un deber.
Beatriz le envía dinero a su hermana, quien por acuerdo mutuo ha ido a Italia a poner una casa de huéspedes donde las dos han planeado vivir juntas, disfrutar el mar y los paseos.
Al leer la novela de Saran Sefchovich me llamó la atención el cuidado con que la autora arroja los datos de una investigación atropológica sobre nuestro país, vasto en costumbres, orografía y cultura. La lectura es un paneo de cámara por playas, ríos, lagunas, cenotes, ciudades y pueblos; un acercamiento a las brujas y brujos, hueseros, indios de todas las culturas que sobrevivien; una degustación de platillos y brebajes; un parafraseo de versos y canciones; una mirada a las cúpulas de las iglesias, a las cresterías de los templos indígenas; un andar por caminos, veredas polvorientas, interminables, salvajes, bucólicas; un descansar sobre los pechos, las piernas, bajo las frondas, entre los pliegues de la piel del amante.
Leer esta novela implica el riesgo de marearse un poco con tanto dato antropológico. Sin embargo, la historia sale al rescate con las anédoctas en la vida de Beatriz, como prostituta y amante, como una hermana solidaria y confidente que, al último, decide despedirse en vez e ir a reunirse con la sorella, como había acordado.
En las páginas de Demasiado amor destilan las congojas, los arrepentimientos, los desenfrenos, el hastío, el sexo, el poder de seducción, la necesidad de compañía, la abrumadora soledad y la vorágine de una vida regida por los sentidos.
Después de leer estas páginas una ya no podrá sentarse a tomar café tranquilamente en una de las mesas del Vips sin mirar con atrevimiento a los hombres, no se podrá ver Italia más que para poner una casa de huéspedes, ni tener un amante que tenga entre sus aficiones ir a conocer México.
Beatriz nos presenta a sus hombres, "a un viudo que le daba por llorar, a uno que exigía que le pusiera el condón y gozaba más en esa ceremonia que en lo demás, al que se emborracha con vino hecho por su mamá, a uno que sabe el secreto de hacer hijas mujeres..." De ellos describe sus gustos y manías sin sin caer en los detalles del coito, Eso tú te lo puedes imaginar, nos dice.
Cuando la protagonista revela que no es ninguna beldad de modelo, que no es rubia, ni flaca ni tiene las piernas largas; que más bien es bajita, morena, panzoncita, nalgona, piernuda y tiene unos senos de salchicha que le caen hasta el estómago, una se imagina a la típica mamacita, la mujer deseada por los choferes de trailers en las soledades de sus caminos, la musa de los carniceros, la novia fiel de los jóvenes pandilleros con quién podrán arrepentirse, la chava de aquellos que se rascan la cabeza en el metro de la ciudad mientras piensan que la película estuvo muy chida, la noviecita santa de quienes checan los avisos económicos todos los días en busca de chamba, la mujer de todos quienes ven en lo moreno, lo chiquito y carnoso el objeto de sus fantasías sexuales.
Demasiado amor es una delicia de leer para cachondos, amorosos, atrevidos, aventureros, curiosos, fogosos jóvenes anhelantes y viejos que añoran. Asimismo es un reto para científicos, una cachetada para curas, un acertijo para filósofos y un pan con sabor dulzón para quienes amamos el buen leer.
La autora, Sara Sefchovich, según la de forros, es mexicana, socióloga, investigadora, historiadora, periodista. Es madre y esposa. Le gusta la lectura y el caminar.
Sefchovich ha escrito varios ensayos, Ideología y Ficción en Luis Spota, Mujeres en espejo: narradoras latinoamericanas del siglo XX, México: país de ideas, país de novelas y La suerte de la consorte.
Aparte de Demasiado amor, la autora ha publicado La señora de los sueños y Vivir la vida-0-.