sábado, agosto 12

La Riviera Maya y sus cacas íntimas II

(grafica: Revista Futuros)


Éxodos

El fénomeno de la migración tiene sus orígenes en el empobrecimiento del campo agrícola mexicano. Los viejos productores, aunque quejándose, continúan con sus labores agrícolas porque aman la tierra y es lo único que han aprendido a hacer. Eso dijeron líderes campesinos a los diputados del congreso de la nación esta semana.
Frente a un panorama desolador, los hijos de los sufridos campesinos emigran, una vez adolescentes, a Estados Unidos o a las zonas con más dearrollo económico.
Chiapas, uno de los estados más pobres del país, es semillero de trabajadores migrantes. De la misma manera lo son Tabasco, Veracruz, el Estado de México, Oaxaca y las comunidades pequeñas de Yucatán.
Por la cuarta década consecutiva el culo de México se dispara y la construcción de hoteles, la operación de restaurantes, centros nocturnos, agencias y otras empresas solicitan personal.
La Riviera Maya, el polo turístico más importante después de Cabo San Lucas, es la Meca para cientos de trabajadores que arriban buscando emplearse. Cientos de trabajadores llegan cada año haciendo que este polo crezca a un ritmo acelerado, incontrolable para un gobierno incapaz de satifacer las demandas de servicios pùblicos, entre ellos educación y salud.
Es muy raro que estos migrantes ocupen puestos importantes en las empresas. Generalmente se emplean como vigilantes, lavatrastes, jardineros, mozos, ayudantes de cocina, choferes, cobradores y albañiles. En este rubro los empleos son rudos y de baja paga.
Los más afortunados llegan a autoemplearse como electricistas, plomeros y maestros albañiles logrando cubrir sus necesidades básicas, como alimento, ropa y hospedaje.
El ambulantaje resulta ser una importante actividad en el sector popular.
En las calles se pueden ver a los vendedores, quienes en sus triciclos ofrecen sus productos: pescado, lámparas, frutas, jugos, tamales, elotes, pozole y empanadas.
Socorro López camina por las calles con una cubeta llena de tamales y va casa por casa, anunciando su mercancía. Me levanto a las cinco de la mañana –dice- para cocinar, así que mis tamales están calientitos cuando los vendo, valen a 10 pesos cada uno y cuando regreso a mi casa es que los he vendido todos, dice. Tengo un niño chiquito y me resulta más trabajar por mi cuenta, así he estado por más de un año, añade.
Tú, ¿qué opinas?

miércoles, agosto 9

Autoridades con vista gorda y colonos con el agua hasta el cuello

Playa del Carmen, Quintana Roo.

La península de Yucatán alberga cenotes, entrada directa a los mantos freáticos que transportan el agua de lluvia hacia el mar (foto ipl. Arizona. edu)

(foto arrebatus)
Con la lluvia torrencial que se desató ayer hubo serias inudaciones y las deficiencias en los servicios municipales brillaron bajo la luz de la realidad.
Viviendo en una zona proletaria me ha tocado presenciar de cerca los desajustes en el crecimiento de esta ciudad. Si estuviera viviendo en la zona residencial de Playacar o en el centro, quizás no me estaría tocando medir las mediocridades y las torceduras de la administración pública.
Frente a mi casa de la manzana 358 de la colonia Colosio se encuentra una hondanada que, por vocación natural, ha servido como desagüe en los días de mucha lluvia. Estas precipitaciones del suelo son hoyos -que se forman cuando la capa de piedra caliza se viene abajo- y tienen una conexión directa con los mantos freáticos, canales subterràneos que llevan el agua de lluvia hasta el mar. Debido a todo ésto, existe una ley de tipo federal que prohibe las construcciones en estas áreas.
Del 2000 a la fecha las construcciones alrededor de la hondanada se aceleraron de tal manera que todo el agua que estos desagües naturales están tapados y todo el agua se va hacia las casas entrando por puertas, inundàndolo todo de una manera inédita.
Otra cosa interesante fue notar que los pozos de absorción, además de estar sucios, fueron construídos en zonas altas, donde el agua jamás caería, por lógica. Es evidente que las autoridades de esta administración estuvieron más preocupadas por cumplir un programa de urbanización que por la eficiencia de sus servicios.
Hace menos de dos meses tuve una fuga de agua en los límites de mi casa y la banqueta y me di cuenta que el gua venía desde la calle y se metía al jardín de mi casa. Cuando los trabajadores de CAPA vinieron encontraron que las magueras colocadas en las intalaciones de las redes de agua eran de mala calidad y se rompían facilmente. No es la primera vez que nos pasa, dijo uno de ellos, hemos estado rompiendo las banquetas varias veces por la misma causa.
Después de que la fuga fue problema resuelto los trabajadores se fueron y dejaron la banqueta, recién asfaltada, con una grieta que nadie a venido a reparar.
Ahora que estamos entrando en los días de tormentas y huracanes espero que las autoridades estén pensando un poco de desasolvar los pozos de absorciòn, que aunque absorben poco, sirven de algo, y quizás en medir el daño causado por tanta construcción en cenotes-0-.