De loca a santa

31 de enero, 2006.
Martha A. Rojas.
CABEZA: De loca a santa

Xalapa, Ver.- De un portento sexual, cuidadosa en que nadie interfiriera en su vida íntima, amante de los aromas y los vestidos caros, María Magdalena fue la antítesis de lo que es una santa. Su sólo arrepentimiento y devoción a Jesús la hizo elevarse y ocupar un sitio muy especial en los altares del mundo católico.Entrar a la parroquia de Santa María Magdalena en el poblado de Xico constituye una experiencia nueva en la concepción del catolicismo. La santa, en una figura de madera tallada y pintada exquisitamente, está recostada en algo que podría ser un diván cubierto por finos lienzos.Tiene una pose sinuosa, semejante a la de Cleopatra al momento de comerse una uva. Es una mujer blanca, de carnes firmes, pelo claro y ondulado que cae sobre los hombros de una manera caprichosa. Su cuello y sus orejas están adornados con joyas y su vestir es un abundante entrejuego de colores vívidos.La parroquia que lleva su nombre tiene destinado un galerón para el guardarropa de la santa. Se cree que en más de 200 años, tiempo en que se ha estado venerando a María Magdalena en este lugar, han sido más de 800 los vestidos donados por familias devotas, dijo el encargado del armario santo, Iván de Jesús Tlaxcalteco.En este momento -informó- se cuentan 477 vestidos. La variedad de los colores y las hechuras es asombrosa. A pesar de que los modelos son distintos, hay un factor que los hace símiles: es la finura y el esmero en la confección de éstos.A este asombroso ropero hicieron su contribución el ex gobernador Patricio Chirinos Calero, en 1995; y el torero Alberto Balderas, en 1936. El vestido más antiguo data de 1900.Al momento de visitar este inmenso guardarropa, la nariz del visitante percibe una mezcla de finos olores, remembranza de aquellos que debieron acompañar a la mujer del diván.Originaria de Betania, hermana de la laboriosa Martha y el resucitado Lázaro, María Magdalena era una rica que vivió en un castillo, lejos de sus hermanos para dedicarse a los placeres, según informa el libro, La discípula amada de Jesucristo.El escritor Nobel, José Saramago, en su novela El evangelio según Jesucrito describe una unión amorosa extendida al terreno sexual entre María Magdalena y Jesús. Las versiones sobre la relación de los dos personajes denotan un intercambio hombre-mujer, en la que Jesús recibió una buena dosis de información sobre el amor humano, y María, por su parte, trascendió a la esfera de un sentimiento nunca experimentado antes e inimaginable para sí.La información que el escritor descubrió en sus fuentes le hizo describir una de las escenas de amor más tiernas y singulares dentro de la narrativa hispana.Esta relación tan íntima que María vivió con Jesús hace que los creyentes acudan a ella para que intervenga ante Dios en su favor. "...desde que le conoció y le regó los pies con sus lágrimas, y se los limpió con sus cabellos, hasta su gloriosa subida al cielo, casi nunca se apartó de su divina presencia..." (La discípula amada de Jesucristo).La fiesta dedicada a la santa se efectúa el 22 de julio de cada año y a ésta vienen los nativos de los pueblos aledaños. María Magdalena es tan querida que más de 600 mil devotos acudieron el julio pasado. Este año esperamos que sean más, mencionó Tlaxcalteco.Durante la "Xiqueñada", el 22 de julio, se sueltan toros de lidia por las calles, después de que los creyentes pasean a la santa sobre sus hombros caminando en una alfombra de aserrín pintado.
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La santa llegó a este pueblo montada en una mula. Las bestias, después de haber llegado a la meseta de la montaña, descansaron bajo la fronda de unos árboles. Venían cansadas, nadie las comandaba y sobre sus lomos traían un cargamento misterioso. En cuanto los frailes franciscanos las liberaron de sus pesados baúles, éstas escaparon. Dentro de una de las cajas estaba la pieza de madera representando a la santa, en la otra había un manojo de flores frescas, según Tlaxcalteco.El vicario de Xico, Lázaro Sánchez Reyes opinó que la veneración a María Magdalena se debe a que la gente ansía, de alguna manera -dijo- hacer lo que ella hizo: convertirse sinceramente y amar a Cristo sobre todas las cosas.Para cualquier viajero o nativo de este estado, la visita a la parroquia de Santa María Magdalena es una experiencia reveladora y única en cuanto a la libertad que tienen los pueblos católicos para elegir a sus santos.La iglesia, con sus monumentales cúpulas y torres, es una joya de la arquitectura neoclásica. Su construcción comenzó en el siglo dieciocho y terminó en el diecinueve -0-.