DE REGRESO
Sainte-Adele, Quebec, Canada.
Uno de los ríos del pueblo.
El lago del pueblo, enorme y bello, para recreación de los amantes de la naturaleza.
Se siente la diferencia al aterrizar, y decir diferencia es una referencia sutil, más bien es un shock que se tiene que sacudir después de haber estados tres semanas en la laxitud de un pueblo como Sainte-Adele, rodeado de lagos, cutodiado por ríos interminbales y montañas de pinos y maples.
La provincia de Quebec tiene unos bosques de docil bellezas, gráciles caminos por donde andar en bicicleta, ciudades bien organizadas y con un ambiente fantástico de bienestar celeste.
Para un mexicano (a), acostumbrado al reto y a la pobreza, visitar estos lugares representa el experimentar una realidad ajena y maravillosa.
2 comentarios:
Avelina, lindas fotos.
Me alegro de tu regreso,
abrazos.
Hola Ave:
Bello el paisaje del lugar que fue tu casa algunas semanas.
Bienvenida de vuelta.
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