miércoles, febrero 14

En el día del amor y la amistad














En el día del amor y la amistad, aparte de Jesús habrá que recordar a los amantes anónimos que han salvado vidas en guerras, a quienes han acompañado a enfermos solitarios. A esos quienes buscan perdón; a los que se pasan la vida amando sin ser correspondidos.



No sé los demás, pero creo que como esos hay varios. Me incluyo.

Un abrazo fraternal a los amantes de las letras. A aquellos que vibran en la vorágine de la rutina informativa, quienes han persistido montados en el caballo flaco de Don Quijote y han rehusado el lujo seductor de la clase política.


Es un día en que el más solidarios de mis deseos va para los guerreros de la pluma y, también, a los más pobres entre los pobres mexicanos.


Comparto esta foto que encontré en la Internet, tomada en Loreto, Baja California. Me gustaría saber quién la tomó.

UNA BUENA HISTORIA DE AMOR

Carrillo, después de estar más de 15 años rumiando una soledad que lo atormentaba, conoció a Lety, quien en ese momento llevaba más de 18 años de matrimonio con un hombre que la despreciaba.
"Sufrí mucho antes de conocer a Rafael (Carrillo)", dice Lety cuando relata que solía salir de su casa a las cinco de la mañana para llegar a su trabajo y comenzar a las siete su labor de limpieza y terminar hasta las cinco de la tarde. "También trabajé en los campos agrícolas", añade, y todo el tiempo que estuve trabajando mi marido estaba acostado con el pretexto de estar enfermo.
A los 40 años tuvo a su única hija, quien ahora es casi una adolescente. A los 49 conoció a Carrillo -de 65 años de edad- quien le dijo: "Si te gusta lo que te ofrezco, decídete ahora".
No me dio mucho tiempo para pensarlo, dice, ni yo lo tomé: dije que sí, asegura Lety.
El único problema era que Lety vivía todavía con el esposo que la explotaba en un pueblito de Choix.
Un día Carrillo llegó con el único propósito de rescatar a su dama de las garras de un marido explotador. Le pidió a unos amigos que lo ayudaran y, en un acto heróico, se trajo a Lety a vivir con él. Esto aconteció hace tres años, en un día como éstos. Por eso, hoy los dos lo han festejado con música y risas.
¡Felicidades!





Lety y Carrillo, los dos felices.

No hay comentarios.: