viernes, mayo 16

Para compartir


Uno de los cuentos más conocidos de Edgar Alan Poe, El gato negro se puede leer en una tarde lluvias, una noche de insomnio, una mañana de asueto o un rato tranquilo, inserto en una jornada de largas horas.
Se los recomiendo.
No sé si fue la ansiedad provocada por el cuento de Poe, el caso es que me comí una de las semillas de la naranja al momento de cenar, y tengo miedo de no despertar debido a una congestión o un bloqueo de no sé qué en no sé donde, aquí dentro.

Si no despierto, pues ya saben de qué morí.
El maullido de un gato delatará las causas.

1 comentario:

Coro dijo...

Cortázar, Borges, Poe...
Lecturas obligatorias de mis alumnos.

Besos